Mesas laterales y auxiliares

Mesas laterales y auxiliares para sumar apoyo sin recargar el espacio

Las mesas laterales y auxiliares resuelven lo más cotidiano: dejar un vaso, una lámpara, el control o un libro donde falta superficie. Funcionan especialmente bien en livings y dormitorios, porque permiten repartir el uso y evitar que todo termine sobre una sola mesa.

Para elegir bien, conviene medir el lugar donde irán (al lado del sofá, cama o escritorio) y asegurar un paso libre cómodo. En espacios justos, una mesa pequeña bien ubicada sirve más que una grande que obliga a esquivar.

En qué momentos se vuelven indispensables

Si el ambiente cambia de uso durante la semana, estas mesas ayudan a “armar y desarmar” sin esfuerzo. Suelen complementarse bien con sillas plegables y con pisos y banquetas, porque suman apoyo y asientos cuando llegan visitas o cuando se necesita una superficie extra.

Alturas y distancias que hacen que se sienta cómoda

Para que se use de verdad, la altura importa: una mesa lateral suele moverse entre 50 y 60 cm, mientras que una mesa de centro suele estar entre 35 y 45 cm. También ayuda dejar 10 a 20 cm de separación al sofá para apoyar sin estirar el cuerpo, y mantener 60 a 80 cm de paso para no cortar la circulación.

• Altura mesa lateral: 50 a 60 cm.
• Altura mesa de centro: 35 a 45 cm.
• Separación al sofá: 10 a 20 cm.
• Diámetro o lado: según espacio disponible.
• Paso libre recomendado: 60 a 80 cm.

Materiales y mantención para uso real

Si se usa todos los días, conviene priorizar cubiertas que se limpien rápido y soporten el roce. Para mantener el orden sin llenar la mesa de cosas, el guardado vertical ayuda: puedes apoyar el conjunto con repisas y modulares, así las superficies quedan más despejadas.

Cómo combinarlas con living, dormitorio u oficina

En living, funcionan como apoyo al lado del sofá o como mesa extra cerca de una butaca. En dormitorio, reemplazan el velador cuando necesitas algo más liviano o cuando el espacio es estrecho. Y si el comedor se integra a la zona social, se llevan bien con taburetes y sillas de bar para armar un rincón práctico sin sobrecargar.

Pequeños errores que se notan en el uso

• Elegir una altura que no calza con el sofá o la cama
• Comprar un diámetro grande y perder circulación
• Dejar la mesa demasiado lejos y terminar no usándola
• Elegir una cubierta delicada para alto tránsito
• No considerar dónde pasan cables (lámparas/cargadores)

Cuando la altura calza y el tamaño respeta la circulación, una mesa auxiliar se vuelve “invisible”: siempre está donde se necesita, sin robar espacio.